Programación neurolingüística: Bextro Consultora. Existen muchas formas de comunicar y la menor proporción del mensaje es la que se transmite con palabras. Es ahí donde entra la Programación Neurolingüística. Creada en la década de los 70´s por Richard Bandler y John Grinder, esta estrategia de comunicación establece una conexión entre los procesos neurológicos, el lenguaje y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia.

Programación neurolingüística: el 93% de tu comunicación sale de tu cuerpo, no de tu boca.

La PNL afirma que se puede aprender comportamientos de personas (exitosas por ejemplo) y aplicarlas a situaciones cotidianas. Hace referencia a tres aspectos básicos de la experiencia humana:

  • Programación: son todas las situaciones que vamos registrando mentalmente desde que somos niños y que van estableciendo nuestro entendimiento de la vida.
  • Neuro: nuestras percepciones que conforman nuestro sistema neurológico que dicta nuestro comportamiento.
  • Lingüística: lenguaje verbal o no verbal que usamos con los demás para transmitir nuestras experiencias.

La PNL tiene muchas utilidades. Haciendo un resumen simplificado, usando técnicas de PNL podemos empezar un proceso donde como profesionales (por ejemplo) se podría establecer ciertos objetivos y después trazar un plan usando herramientas, técnicas y estrategias propias de la Programación Neurolingüística para conseguir el o los objetivos que tanto deseamos. Al final estamos modelando y copiando ciertas actitudes exitosas que nos darán los resultados que estamos buscando. La PNL puede beneficiarnos de las siguientes maneras:

  • Resuelve los conflictos personales e interpersonales mejorando nuestra interacción con otros individuos.
  • Nos enseña métodos más efectivos de comunicación.
  • Trata trastornos de aprendizaje.
  • Curar enfermedades psicosomáticas.

Programación neurolingüística: nos ayuda a mejorar nuestra interacción con nuestro entorno social

Utilizando técnicas de PNL podemos mejorar nuestro ambiente laboral interpretando mejor el lenguaje no verbal de nuestros compañeros de trabajo y clientes. También podemos mejorar nuestro propio lenguaje corporal expresando nuestras ideas con mayor efectividad y por ende mejorando nuestra productividad y la percepción que tienen las otras personas de nuestra labor.