En la incesable búsqueda de nuevos y mejores métodos para mantener un ambiente productivo, rentabilidad sostenida y el personal motivado, algunas empresas han fomentado una comunicación mucho más flexible entre sus empleados de forma tal que cualquier colaborador -incluso el de nivel más bajo- pueda dirigirse a todos los niveles por encima de su supervisor inmediato; logrando así un cambio organizacional que implica información fluida en todos los sentidos y se tomen decisiones con mayor agilidad. Esto es lo que comúnmente se denomina cultura o política de puertas abiertas.
Para lograr que la organización tenga una política de puertas abiertas no basta con simplemente dejar libres las entradas a las oficinas de los directivos o eliminar las barreras físicas por completo; se requiere además que la gerencia fomente la comunicación y demuestre empatía con los asuntos que le plantean los colaboradores. En adición, se necesita implementar el justo equilibrio entre flexibilidad y estructura para evitar que se cometan abusos de confianza y excesos.
Las empresas que implementan de forma exitosa esta cultura logran, entre otras ventajas, lo siguiente:
- Accesibilidad y cercanía con la alta gerencia
- Detección y manejo oportuno de conflictos laborales o crisis organizacional
- Información fidedigna, a tiempo, de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba
- Mayor colaboración y compromiso con la visión y misión de la empresa
- Transparencia en la ejecución
- Decisiones aterrizadas y funcionales
- Trabajo en equipo
- Bienestar y mejora del clima laboral
En la práctica local podemos encontrar frecuentemente programas como: “Preguntas a la dirección” o “Desayuno con el presidente”, que persiguen fomentar puertas abiertas. Como cada cultura organizacional es única, no hay limitaciones o reglas rígidas; a la hora de implementar una política de puertas abiertas cada empresa debe elegir sus propios mecanismos de gestión adaptados a sus necesidades para que sean bien acogidos por la empleomanía y brinden los resultados que se esperan.
En conclusión, la migración hacia la nueva cultura de puertas abiertas ha resuelto temas fundamentales de gestión organizacional relacionados con la gente, sus emociones y sus interacciones. Estas conquistas se traducen en incremento de las ventas, participación de mercado, aumento del retorno de la inversión y satisfacción de las audiencias claves. Todo ello contribuye a fomentar la responsabilidad social que debe tener cada organización hacia la felicidad y bienestar de la comunidad y de todos sus actores.
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